lunes, 8 de octubre de 2018

DILEMAS DEL MATRIMONIO LEGAL


Problemas o dilemas para los que insisten en que el matrimonio es un asunto legal (según leyes humanas o de leyes no inspiradas por Dios).



Hombres no inspirados no pueden re-originar o reinventar lo que es casarse, ya Dios definió y estableció eso en Génesis y lo confirma en Mateo 19; lo que el hombre hizo fue inventar OTRA doctrina de matrimonio paralela y contraria a lo que reveló el Espíritu Santo.

Dilema uno, si una pareja pudiera casarse antes y sin ser una sola carne, no habría pecado en casarse con una repudiada, sin sexo no hay adulterio. Dios incluye ser una sola carne en casarse, lo que los hombres inventaron no lo incluye. 

Lo que Dios juntó Mateo 19:6, ya ocurrió, es pasado.

Lo que Dios limpió Hechos 10:15, ya ocurrió, es pasado.

Lo que Dios juntó no lo separe el hombre, no se puede separar lo que Dios no juntó todavía, no se puede separar a los que todavía son dos y no uno.





Dilema dos, imposibilita casarse de nuevo y adulterar, cosa que Dios prohíbe, o sea que, no podría ser matrimonio, si Dios o las leyes humanas no lo aprueban y de salida no es licito según Dios casarse con repudiada (por ejemplo), no es legal, pero es algo que se puede hacer, casarse ilegalmente.



Dilema tres, no hay fornicación según leyes humanas, pero tienen a algunos fornicando por violar la palabra inspirada (el caso de 1ra Corintios 5:1 y con rameras), y tienen a otros supuestamente fornicando por violar leyes humanas (los que forman otra casa sin papeles), eso es contradictorio e inconsistente.



Dilema cuatro, la separación de 1ra Corintios 7:10-11 ¿es con papeles, sin papeles o incluye ambos? Dios dice que ya no está casada, ¿sin “carta de divorcio”? No dice nada de carta de divorcio, ley de Moisés.  



Dilema cinco, el que está “casado” con la repudiada, peca mientras los papeles lo dicen o mientras haya cohabitación y sexo, y sin cohabitación y sexo ¿estarían todavía “CASADOS” y en adulterio?



Pero tú habla lo que armoniza con la sana doctrina”. Tito 2:1